Si buscas un plan familiar en Madrid que combine cultura, tradición y una buena dosis de azúcar (de la buena, claro), el Museo del Turrón es tu sitio. Situado en la céntrica calle Arenal, este espacio ofrece una experiencia sensorial única para mayores y pequeños. Ideal si ya has probado alguno de los espectáculos infantiles en Madrid o visitado otros museos interactivos para niños, y ahora quieres algo más original y… sabroso.
Prepárate para un recorrido donde los almendros florecen en pleno invierno, las vitrinas cuentan historias centenarias y al final te espera una degustación que hará las delicias de toda la familia.
El dulce tiene historia (y vaya historia)
Sí, el turrón no es solo ese dulce que aparece en diciembre y se queda en el cajón hasta enero. Tiene historia, y mucha. En este museo, impulsado por la legendaria familia Sirvent, dedicada al arte del turrón desde nada menos que 1725 (12 generaciones de maestros turroneros), descubrirás cómo un producto artesanal ha pasado de ser un postre regional a convertirse en símbolo de la Navidad en toda España.
A través de una visita autoguiada (disponible en español e inglés), te adentrarás en los más de 500 años de historia del turrón, desde los campos de almendros hasta la modernidad de una tienda gourmet. El recorrido está diseñado para conectar con los cinco sentidos, con aromas que te harán salivar y sonidos que te transportarán al corazón de Jijona.
La visita: un túnel de almendros y una máquina del tiempo
Nada más entrar, un túnel decorado con flores de almendro te da la bienvenida. No, no estás soñando ni es un filtro de Instagram: es el comienzo de una experiencia inmersiva que arranca desde el origen de todo, el campo.
La exposición, interactiva y muy visual, muestra los primeros utensilios de fabricación, trajes tradicionales de la época y cómo ha ido evolucionando la producción del turrón a lo largo de los siglos. ¿Lo mejor? No hay guías rígidos ni prisas. Tú marcas el ritmo, ideal para ir con niños que tienen la capacidad de atención de un colibrí con cafeína.
Además, se agradece que no se hayan olvidado de los más pequeños: hay detalles pensados para ellos y la experiencia resulta muy entretenida incluso si aún no saben qué es un mazapán pero lo devoran igual.
La joya final: la degustación
Y como no podía ser de otra manera, el recorrido termina con una degustación gratuita que pone el broche de oro a la experiencia. Aquí podrás probar tanto los sabores clásicos (ese turrón duro que rompe dientes pero enamora corazones) como algunas novedades de la firma 1880, considerada una de las más prestigiosas del sector.
Hay opciones para todos los gustos, desde los más tradicionales hasta los más innovadores, como el turrón de chocolate con naranja o uno con toques de sal marina que parece sacado de un programa de cocina gourmet.
Para los adultos es una experiencia nostálgica. Para los niños, una fiesta de sabores. Y para todos, un buen motivo para repetir.
¿Dónde está y cuánto cuesta esta delicia?
El Museo del Turrón de Madrid se encuentra dentro de la tienda Casa 1880 en la calle Arenal, a un paso de Sol y Ópera. Es decir, puedes ir a verlo después de una ruta navideña por la ciudad, tras pasar por las luces de la Gran Vía o los puestos de la Plaza Mayor. No tienes excusa.
La entrada cuesta 5€, pero si haces una compra superior a 20€ en la tienda, ¡la visita es gratuita! Vamos, que si te llevas unos dulces para casa (o para quedar bien en la cena de Navidad), el plan te sale redondo.
Horarios:
Lunes a sábado: de 10:00 a 22:00
Domingos: de 10:00 a 21:00
Los pases son cada hora y no hace falta reservar con antelación. Eso sí, en fechas señaladas conviene ir con tiempo porque puede haber bastante afluencia.
Por qué es un plan familiar ideal
No todos los museos tienen el poder de hipnotizar tanto a un abuelo como a un niño de seis años. Este sí. Tiene ese equilibrio perfecto entre lo educativo y lo sensorial, con un ritmo amable y muchas cosas que tocar, ver y oler.
Es un plan perfecto para:
- Familias con niños que quieran descubrir algo nuevo.
- Amantes de la Navidad y la tradición.
- Abuelos con nietos que buscan una actividad relajada pero especial.
- Padres que quieren escapar un rato del bullicio sin salir del centro.
Y lo mejor es que después de la visita puedes continuar el día disfrutando del ambiente navideño de Madrid. Muy cerca tienes opciones para comer, tomar un chocolate con churros o incluso seguir con otros planes culturales o espectáculos navideños.



































